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Lentigos o manchas solares

El lentigo solar, actínico o senil, es una lesión benigna que se desarrolla en áreas de piel expuestas a las radiaciones solares, especialmente la cara, el dorso de las manos, la zona alta de la espalda y el escote. Por este motivo también son denominados popularmente “manchas solares” o “manchas de la vejez”.


Suelen tener un color que varía entre el negro y marrón, con una superficie plana o deprimida y, en ocasiones, con pequeñas arrugas, con un tamaño desde los 1-2mm hasta varios centímetros, rodeados de piel de aspecto normal, que suelen aumentar  en número y tamaño a lo largo del tiempo, originando problemas estéticos importantes.

Son lesiones completamente benignas que traducen que la piel ha sufrido una exposición elevada a la radiación ultravioleta, por lo que su presencia indica un mayor riesgo de sufrir cáncer de piel.

En EEUU los lentigos solares se observan en el 90% de las personas de piel blanca mayores de 60 años de edad y en el 20% de los menores de 30 años. Es una lesión característica de la edad avanzada pero también se observa en niños y adultos jóvenes sanos de raza blanca, en particular aquellos con fototipos claros, que sufren quemaduras solares con facilidad y no se broncean. Si bien estas lesiones son benignas significan un problema cosmético no solamente por el aspecto en sí mismo sino por su asociación con el envejecimiento. Es importante comprender que el lentigo solar es, para muchos pacientes, un factor de estrés psicosocial.


Diagnóstico.

El diagnóstico definitivo lo realiza el especialista a simple vista, en este caso dermatólogo, sin embargo en ocasiones se recurre a la dermatoscopía para aumentar la precisión diagnóstica, si aun con esta técnica existen dudas diagnósticas es posible practicar una biopsia cutánea, aunque no es frecuente que sea necesaria.

Fig.1 En las imágenes se evidencia la presencia de lentigo solar en áreas expuestas como la cara, espalda y dorso de la mano, en individuos de piel clara.





Tratamiento

El lentigo solar no es una condición que requiera tratamiento pero su presencia indica fotodaño y representa un inconveniente estético.

El tratamiento ideal debe ser:

  • Poco costoso.

  • Alcanzar resultados rápidos.

  • No obstaculizar la actividad social.

  • Bajo riesgo de complicaciones.  

Hasta el momento no existe un tratamiento único, las opciones son numerosas y la selección depende del paciente, y su disposición para cumplir con las indicaciones del especialista.


En caso de desear eliminarlos, se dispone de distintas opciones terapéuticas, entre las más utilizadas tenemos  los peelings con  ácido tricloroacético y  la crioterapia con nitrógeno líquido, que siguen siendo opciones costo efectivas sin embargo, poseen un riesgo de ocasionar hipo o hiperpigmentación residual en la zona de la lesión y alrededor, con lo cual su práctica requiere cierta pericia y ser consciente de que esta complicación puede tener lugar.


Otra opción disponible son los tratamientos farmacológicos de uso tópico con retinoides o aclarantes, los cuales  reducen las lesiones significativamente así como  el riesgo de complicaciones, pero demandan varios meses lo cual compromete el cumplimiento del esquema por parte del paciente.


La opción terapéutica más novedosa y  con mejor relación riesgo/beneficio es el láser: esta terapia tiene un elevado índice de efectividad, un excelente perfil de seguridad en cuanto a efectos adversos, y una aceptación muy alta por parte del paciente.


Los avances en tecnología láser permiten destruir selectivamente los pigmentos acumulados en áreas anormales sin dañar el tejido circundante, teniendo así resultados superiores a las otras técnicas descritas.


Hay distintos tipos de dispositivos láser  útiles para tratar los lentigos solares sin embargo en la actualidad, los sistemas más empleados son el láser Q switched de Nd:YAG y los sistemas de luz pulsada, ya que poseen un elevado índice de eficacia con el mejor perfil de seguridad.

Fig. 2 Resultado posterior al tratamiento con láser.

Habitualmente las lesiones desaparecen, en función de su número, profundidad y tipo de piel del paciente, con 1-3 sesiones. El procedimiento de eliminación de los lentigos no resulta doloroso ni implica el uso de anestesia. En caso de tener que hacer más de una sesión, lo habitual es separarlas un periodo mínimo de un mes.


Los sistemas de láser o luz pulsada impactan específicamente sobre las lesiones pigmentadas y estas se descaman de la piel unos días después de las sesiones (formando una mínima costra o descamación que puede disimularse mediante el uso de crema hidratante y/o maquillaje). La terapia de eliminación de lentigos no requiere  reposo laboral y es compatible con el ritmo de vida normal del paciente. Sí resulta estrictamente necesario emplear protección solar durante unas semanas tras su realización.


Los sistemas de láser y de luz pulsada  son capaces de eliminar la gran mayoría de lentigos de forma total y definitiva. No obstante, como los lentigos son consecuencia de la radiación solar acumulada y de un daño cutánea ya provocado, no evita que puedan aparecer nuevas lesiones al cabo de unos años. Por este motivo resulta imperativo utilizar protección solar y evitar el exceso de radiación ultravioleta.

Es posible alcanzar buenos resultados cosméticos combinando tratamiento farmacológicos tópicos + intervenciones del tipo de la criocirugía o el láser. Estos tratamientos representan un avance significativo en el manejo del lentigo solar con menor riesgo de hiperpigmentación postinflamatoria y persistencia de los resultados, sin embargo el tratamiento a elegir debe ser realizado bajo supervisión de un especialista, utilizando equipos de última tecnología para garantizar los mejores resultados, tal como lo ofrecemos en nuestro centro médico Sánchez & Zemelman, si desea obtener más información sobre esta patología y que opciones tenemos para usted, no dude en contactarnos que gustosamente le atenderemos.


Referencias.

  • Polder KD, Landau JM, Vergilis-Kalner IJ, Goldberg LH, Friedman PM, Bruce S. Laser eradication of pigmented lesions: a review. Dermatol Surg. 2011 May;37(5):572-95.

  • Bjerring P y col: Intense pulsed light source for treatment of solar lentigines. Cutan Laser Ther 2000; 2(4): 177-181.

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