top of page

Varices

Las varices son dilataciones venosas que se caracterizan por impedir que la sangre retorne de forma eficaz al corazón (insuficiencia venosa). Se producen por una alteración de las válvulas venosas, que al no cerrarse como es debido, hacen que la sangre se acumule en las venas, haciendo que se dilaten. Cualquier vena del cuerpo puede degenerar en una varice, aunque las más propensas a verse afectadas son las de las piernas, especialmente las de las pantorrillas.

Las varices son una condición médica muy prevalente padecida en diversos grados de severidad por un alto porcentaje de la población adulta.


Factores de riesgo

  • Factores hereditarios : Se ha demostrado la existencia de factores genéticos que traen como consecuencia la aparición de estas enfermedades en familias, adquiriendo un carácter hereditario

  • Embarazos: existe una relación íntima entre el número de embarazos e insuficiencia venosa crónica. La compresión del feto durante la gestación sobre el sistema venoso en la pelvis subyacente facilita la aparición de varices en los últimos meses del embarazo que remiten generalmente en gran parte a los pocos meses del parto.

  • Sexo: aun cuando es creencia común que la enfermedad varicosa es más frecuente en el sexo femenino, los estudios epidemiológicos han demostrado que la incidencia en ambos sexos es prácticamente igual. Lo que ocurre es que en las mujeres, algunos de los tipos de varices (arañas vasculares), constituyen un problema de índole estético que las hace acudir precozmente al especialista.

  • Obesidad: el sedentarismo y la sobrecarga de peso favorecen la presencia de varices en las extremidades inferiores.

  • Profesión: el ejercicio de profesiones como camareros o secretarias, cuya actividad se desarrolla de pie o sentado, favorecen el estancamiento de la sangre venosa a nivel de las extremidades inferiores.

  • Disposición al calor: la utilización de saunas, baños calientes y exposición prolongada al sol provocan una vasodilatación cutánea que incrementan los síntomas de pesadez e hinchazón.

  • Hábitos intestinales: el estreñimiento favorece la aparición de varices por un aumento de la presión intraabdominal.

  • Compresiones: locales o selectivas (prendas de vestir ajustadas, vendajes, cinturones, medias, zapatos...)

  • Tratamiento hormonal: La toma de anticonceptivos orales se ha relacionado con la aparición de varices. Altas dosis de progesterona aumentan la distensibilidad venosa y altas dosis de estrógenos aumentan la hipercoagulabilidad.

Clasificación de las varices,

  • Grado I: En esta etapa, se ven en algunos sitios y a través de la piel, las venas finas de color violáceo. A veces pueden tener forma estrellada, y se denominan arañas vasculares. Por lo general son únicamente un problema de tipo estético pero, en determinadas ocasiones, pueden producir sensación de pesadez y cansancio en las piernas.

  • Grado II: · Las venas se van haciendo más visibles y empiezan a notarse los primeros síntomas como: pesadez y cansancio en las piernas, dolor, calambres, hormigueos, sensación de calor o picores y escozores.

  • Grado III: las venas están más dilatadas y tortuosas. Los síntomas van aumentando progresivamente, y aparece hinchazón y edemas y cambios de coloración en la piel.

  • Grado IV: aparecen zonas eczematosas y úlceras. Las úlceras son difíciles de tratar y pueden infectarse con facilidad.

Diagnóstico.


El diagnóstico de varices es muy sencillo, y en muchos casos viene hecho por el propio paciente. La exploración debe realizarse de pie, ya que esta postura favorece la aparición de las varices. A simple vista, se ve la red venosa dilatada, lo que indica la situación y extensión del problema. Además, también se puede apreciar la coloración y aspecto de la piel, la existencia o no de otras lesiones como manchas, lesiones por rascado o úlceras, lo que permite valorar, en principio, el grado de afectación.

A la palpación se observa el aumento de la tensión venosa y la existencia o no de dolor.

Con estos datos ya es posible una primera evaluación de la importancia del problema, lo que se debe confirmar posteriormente con otras pruebas como:

  • Eco-Doppler: la prueba más importante por el momento es el eco-doppler, técnica que combina la ecografía (para ver las venas y arterias en su trayecto y comprobar las alteraciones que puedan existir en su interior) y el efecto Doppler (en el que se basan la mayor parte de los radares de tráfico), que muestra el flujo venoso y sus anomalías. La prueba debe hacerse con el paciente de pie y tumbado. Es una prueba no dolorosa y que no necesita preparación previa.

Tratamiento


Las varices son una enfermedad degenerativa y progresiva que, generalmente, no es grave, pero resultan antiestéticas y pueden causar molestias. En muchos casos, el tratamiento de las varices será paliativo, es decir, servirá para aliviar la sintomatología y evitar o retrasar su progresión. En otros, pueden curarse definitivamente.

Debe plantearse el tratamiento en el caso de las varices desarrolladas, las que han producido alteraciones en la piel o grasa subcutánea, y aquellas en las que se quieren evitar futuras complicaciones (riesgo de tromboflebitis, úlceras o hemorragias). Por motivos puramente estéticos pueden tratarse las arañas vasculares.

El abordaje debe ser multidisciplinario y contar con distintas opciones terapéuticas, buscando adaptarse a la condición actual de cada paciente.


Medidas preventivas.

Evitar sentarse o estar de pie quieto durante largos períodos. Si el trabajo o la vida diaria son sedentarios, hay que flexionar piernas y tobillos frecuentemente, levantarse y andar. Al final del día, ayudará a aliviar toda tumefacción el elevar las piernas unos centímetros por encima del nivel del corazón. - El ejercicio regular (paseo, bicicleta, natación) disminuye la presión en las venas y alivia las molestias.

- Medias compresivas. Proporcionan alivio inmediato y duradero, al comprimir las varicosidades y mejorar así el retorno venoso. Suelen estar diseñadas de forma que la máxima compresión se da alrededor de los tobillos y pantorrillas. Pueden estar indicadas también en el embarazo.

Fármacos.

El tratamiento farmacológico se realizará junto con las medidas preventivas anteriormente mencionadas. Hay una gran variedad de fármacos aplicables a la insuficiencia venosa crónica, clasificados fundamentalmente en venotónicos y otros medicamentos indicados para combatir determinadas complicaciones asociadas a la enfermedad como antibióticos en caso de infección asociada o el uso de analgésicos para tratar el dolor de moderada a fuerte intensidad, que siempre deben usarse cuando el especialista así lo decida.

El tratamiento de las varices tiene como objetivo eliminar las venas que han degenerado y ya no realizan un buen retorno venoso.

Para el tratamiento de las venas reticulares y teleangiectasias (microvarices estéticas) tenemos dos herramientas, la escleroterapia y el láser vascular. El conocimiento y dominio de ambas técnicas permite que podamos ofrecer el tratamiento más eficiente para cada paciente.


Escleroterapia.


La esclerosis química consiste en la inyección por parte del médico especialista, de una sustancia química en la vena varicosa. Esta sustancia tiene un efecto irritativo en la pared venosa, a lo que el cuerpo reacciona mediante la fabricación de tejido conjuntivo fibroso, reduciendo o taponando la vena.

Este tratamiento tiene entre un 75% y un 80% de eficacia para varículas de pequeño diámetro (hasta un máximo de 4mm). Las varices de mayor diámetro dentro de este rango también pueden tratarse mediante esclerosis con microespuma. Al encontrarse en forma de microespuma, la sustancia inyectada permanece más tiempo en contacto con la pared venosa, por lo que es posible tratar varices de diámetro ligeramente superior.

La primera sesión de escleroterapia es la que produce una mayor mejora, aunque para la eliminación completa de la variz pueden ser necesarias varias sesiones a lo largo de unos 90 días.


Láser vascular.


Existen diferentes tipos de láser vascular, el uso de cada uno de ellos depende del tamaño y profundidad de los vasos a tratar pudiendo ser necesario combinar varios de ellos para el tratamiento de un mismo paciente. La luz láser incide sobre el vaso provocándole un daño por calor. El vaso así dañado se coagula y en muchas ocasiones desaparece al instante.

Por lo general en la patología varicosa se afectan varices de diferente tamaño y profundidad. Además, para un correcto tratamiento hay que tener en cuenta otros factores como el fototipo, grosor de la piel, etc. Combinando ambas herramientas (Escleroterapia y láser vascular) podemos ofrecer el tratamiento individualizado más efectivo en cada caso.

Después de las sesiones de tratamiento se debe utilizar una media de compresión durante varios días para un resultado óptimo.

Junto a la esclerosis, la terapia laser representa un tratamiento inocuo, ambulatorio, realizado en sesiones y controlado por un especialista Cirugía Vascular, es por ello que los invitamos a visitar nuestro centro médico Sánchez & Zemelman para recibir las mejores opciones terapéuticas de acuerdo a su caso.

Referencias.

Chronic venous disease. Current concepts and therapeutic advances

R. Rial Horcajo F.J. Serrano Hernando Octubre 2017.










Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No hay tags aún.
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page