Manejo oportuno de la onicomicosis

La onicomicosis es una infección de las uñas producida por hongos, que no suele causar molestias pero es capaz de extenderse y volverse crónica, representando la enfermedad más común de las uñas, pudiendo afectar manos y pies, con una prevalencia del 6-18% de la población adulta a nivel mundial.

Los factores de riesgo de la onicomicosis incluyen historia familiar, aumento de la edad, diabetes, trauma previo, clima cálido, participación en actividades de gimnasio, inmunosupresión (p. ej., VIH, esteroides) y uso frecuente de calzado oclusivo.

La onicomicosis es un proceso frecuentemente asintomático, aunque en ocasiones puede producir molestias o dolor, especialmente en el momento de recortarse las uñas o realizar ejercicio físico.

El tratamiento suele ser una combinación de antifúngicos por vía tópica y oral, anteriormente se usaban Griseofulvina y Ketoconazol, sin embargo, su eficacia no era la mejor y era necesario instaurar esquemas prolongados. Además, las recaídas eran frecuentes. De otra parte, los antimicóticos tópicos tienen una pobre penetración en la placa ungueal, por lo que su uso es limitado en este tipo de problema.

Entre los nuevos medicamentos encontramos Itraconazol, Fluconazol y Terbinafina, los cuales exhiben mejores resultados, son seguros y el índice de recurrencias a largo plazo es menor.

Sin embargo el principal problema de esta opción terapéutica es la duración prolongada, teniendo que esperar alrededor de 8 semanas para evidenciar mejoría si la afección se encuentra en las manos, así como 12 semanas cuando están comprometidos los pies, por lo cual suele tener difícil adherencia para los pacientes, disminuyendo significativamente la tasa de efectividad de este esquema.

A su vez se han descrito ciertos efectos adversos, que limitan aún más el cumplimiento de estos esquemas, entre los cuales se destacan daño a nivel hepático, insuficiencia renal, anemia, trombocitopenia, neutropenia, alteraciones gastrointestinales y alopecia (pérdida de cabello), entre otras enfermedades.

Es por ello que en los últimos años se ha empezado a utilizar un tratamiento novedoso con terapia láser de 1064nm de pulso largo que transmite energía lumínica a través de la uña erradicando totalmente el hongo y permitiendo el normal crecimiento de la misma en pocas sesiones y sin ningún efecto secundario.

El haz láser produce un calentamiento lento y paulatino del lecho ungueal, lo que produce la destrucción del hongo sin dañar la matriz de la uña ni la piel, sin requerir ningún tipo de anestesia, ni antibiótico, ni analgésico postoperatorio.

Después de la primera sesión se empieza a evidenciar la mejoría del aspecto clínico de la uña, sin embargo debido a que su crecimiento lento, la mejoría será gradual, obteniendo un resultado satisfactorio en 4 sesiones aproximadamente, sin embargo esto dependerá de la extensión de la afección en cada paciente.

Otro aspecto importante al momento de realizar la sesión láser, es retirar todo resto de esmaltes o cremas de las uñas del paciente. Este paso, que contribuirá a eliminar buena parte de las áreas de uña infectadas, siendo imprescindible para conseguir unos resultados de tratamiento óptimos. Para realizar el desbridado de la uña será necesario limar la placa ungueal en toda la parte en que exista infección micótica.

Ventajas del tratamiento láser.

[if !supportLists]· Seguro y efectivo.

[if !supportLists]· Rápido y sencillo.

[if !supportLists]· Sin anestesia local. El paciente continúa inmediatamente con todo tipo de actividad, inclusive deportiva.

[if !supportLists]· Se puede utilizar calzado y pulir las uñas inmediatamente después del tratamiento.

Uno de los factores más importantes a la hora de garantizar el éxito del tratamiento de la onicomicosis con láser es la prevención de recurrencias. Por lo cual se debe insistir y aconsejar al paciente para que tome medidas de higiene que eviten recaídas o recurrencias de la infección, tales como no utilizar los zapatos viejos o desinfectar todo el calzado con spray antifúngico o polvos de óxido de zinc, evitar andar descalzo en lugares públicos, usar calcetines de algodón y mantener los pies frescos y limpios, así como cumplir con el total de sesiones indicadas por el especialista para garantizar la eliminación completa y definitiva de la infección.

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